Un caso totalmente desconcertante y casi desconocido por todos. Cierta mañana del 6 de agosto de 1945, un artefacto nuclear cargado de Uranio-235 bautizado como "Little Boy", hacÃa blanco en la ciudad de Hiroshima, en Japón, consecuencia del termino de la Segunda Guerra Mundial. Un hombre llamado Sato dormÃa apaciblemente junto a su pareja en una casa de esa agradable ciudad japonesa, cuando de repente sucedió. Aquel hombre por algún fenómeno bidimensional del tiempo producido por aquella bomba, desapareció aquel instante, apareciendo tres siglos hacia atrás, es decir en el siglo XVII. Un hecho corroborado por escritos aparecidos después y de esa fecha. El hombre desapareció con el impacto de la bomba aquella mañana en Japón, y apareció de repente en una costa inglesa, siendo encontrado por unos pescadores de esa zona. Los lugareños de ese siglo XVII lo confundieron con un monstruo siendo atrapado y encarcelado en una casa de campo, el mismo logro escapar y huir de ese lugar. Hay una forma de viajar en el tiempo que podrÃa ser posible, según el fÃsico Barak Shoshany, la solución definitiva estarÃa en la creación de múltiples historias, o cronologÃas paralelas. Si tenemos en cuenta que cada vez sabemos más de fÃsica cuántica, y que la tecnologÃa progresa a través del tiempo, se puede postular que deberÃamos ser visitados por viajeros del tiempo, hecho no observado, y que puede ser considerado una paradoja. El caso del japones Sato vendrÃa hacer uno, que pudiera demostrar que mediante algún fenómeno o efecto fÃsico temporal en nuestra dimensión se podrÃa hacer realidad esta inverosÃmil paradoja.
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